¿Qué pasa si Nicki Jam no lee partituras?

Absolutamente nada.

De verdad, con eso no hay ningún problema. La escritura musical, la partitura, lo que da es un registro gráfico de la música. Hoy en día, gracias a que los dispositivos para grabar están al alcance de todos, mediante grabadores, celulares, etc., pues es muy fácil tener al alcance de la mano la música.

Para los guitarristas, desde tiempos inmemoriales, existe la tablatura. Este sistema consiste en ubicar sobre unas líneas (tantas como cuerdas tenga el instrumento) el traste o división del mástil. Así, los intérpretes podían ubicar fácilmente los acordes o la melodía, o lo que se deseara recordar. Abajo se ponía la letra, si la había; y por encima, unos símbolos parecidos a las figuras de notas, para dar idea de la duración o ritmo. Solo si hacía falta. De hecho, podemos encontrar tablaturas muy simples, que guían al guitarrista fácilmente si, y solamente si, el músico se sabe el ritmo.

Sobre el pentagrama y las demás figuras, pues pasa exactamente lo mismo, con la diferencia de que estos símbolos pueden ser leídos por cualquier instrumentista. Es decir, cualquier músico, que toque cualquier instrumento; incluso, cualquier persona que sin ser intérprete de instrumentos sepa traducir lo que allí se expone, es capaz de descifrar la música escrita en la partitura. Y, vale decir, tanto con las tablaturas como con los pentagramas ocurre un mismo fenómeno: si se sabe descifrar, se puede sentir la música en el cerebro, de la misma manera como el lenguaje escrito en letras y palabras suenan dentro de nosotros mismos.