¿Llegaste a confesar que te gustaba una canción o una banda?
Hay agrupaciones o artistas que a la gente no les gusta, y de repente cambian de opinión, por ejemplo, Justin Bieber, con su último disco y sus canciones lograron lo imposible; "Haters" se convertieron en "Believers", y se lo dijeron al mundo entero cantando y bailando "Sorry", y lo reafirmaron con "What Do You Mean?".
En sí mismo, el público no manifestó su gusto por él, sino por su sonido y las letras de su canciones, que al fin de cuentas, el mensaje que transmite a través de su trabajo es lo que hace que lo amen, otra cosa, es su personalidad u estilo de vida, con la cual cualquier persona puede identificarse o ser fanático, básicamente la música es eso, un idioma universal que no tiene barreras de ningún tipo.
La música no está definida, es un reflejo de lo que somos o anhelamos ser, sentimos o padecemos, se convierte en lo que queremos que sea, o en algo inesperado, tanto que nos representa desde lo más profundo de nuestro ser.
En lo personal, siempre me acerqué a Dios (llámese fuerza o energía que sabes que está y hace que sucedan cosas inexplicables) a través de la música, llegó a mí a través de la música, para entender cosas que antes no quería ver, y al cambiar la forma de ver la vida, también influyó en mis elecciones musicales.
La música no solo es un idioma universal, también es infinita, puede convertir en leyenda a alguien, hacerlo inmortal a través de las generaciones, reivinidicar la carrera e imagen de una persona, hacerte cambiar de opinión, reforzar tus creencias, hacerte capaz de decir lo que no te atreverías o hacer lo que no pensabas.
Como ir a un concierto cuando te da miedo la inseguridad en la ciudad, ahorrar para comprar la entrada al concierto, cantar esa canción durante todo el día, usarla de ringtone o dedicarla a tus amigos.
Sobre esta canción de Hillsong United, dejaré que la música hable por si sola, sobre lo que pienso y siento.
Le confiero el poder decir por mí, lo que yo no me atrevería, pero a la vez que da el coraje para decir que me gusta una canción o una banda.