Perspectiva sobre la música de alabanza parte II

Anteriormente ya había escrito un artículo sobre la Música Cristiana, para resumir; allí me referí a este tipo de música cómo expresión de la religión y la cultura, también comenté algunos detalles de su presencia en Latinoámerica y en Venezuela.

Debo confensar que sigo escuchando este tipo de música que van desde la Balada, el Pop, pasando por el Vallenato y Ranchera, pero no había tenido la necesidad de escribir otra cosa sobre ella, hasta que hoy viniendo para la oficina estaba en el metro, y como es habitual, siempre hay alguien que se monta en los vagones a predicar La Palabra de Dios, cabe mencionar que a todo volumen, pero lo que me llamó la atención fue algo que dijo el muchacho.

Decía que todo aquello que se dice con la lengua se escribe, y así es con la música. Cuando se canta se habla y toda aquello que cantamos es como si fuera una afirmación.

Y que es necesario desarrollar el entendimiento de las letras. Él puso como ejemplo a los enamorados que se dedican canciones y cómo hay canciones que refieren a relaciones tromentosas. 

Él se cuestionaba sobre cómo es posible que los enamorados se dediquen canciones así.

Y personalmente, tiene razón, ya que a la mayoría de las canciones populares no se les presta atención a las letras, y muchas veces sin darnos cuenta, estas reflejan nuestro estilo de vida.

Pero es cierto, lo que se canta se habla y también se piensa y se actua de esa forma.

Es por esa razón que el Cristiano escuha ese tipo de música, como el Rockero y el Reguetonero. La música no solo refleja una canción sino nuestro estilo de vida, y gran parte de lo que somos ante el mundo.