Desorden Público había dado muestras de un nuevo álbum a partir del lanzamiento de su tema "Todo está muy normal", una sátira al discurso político del oficialismo venezolano. Tras la celebración de sus 30 años de carrera mostraron, inspirados en el reggae, otro sencillo con el nombre de "Los que se quedan, los que se van", un track que narra el aire de despedida que se viven en el país por estos días. Después de lanzar el Box DP 30, ya era hora de soltar una placa de estudio para sus seguidores.
Horacio Blanco (voz), ChacínCaplís (Bajo), Dan-El Sarmiento (Batería), Oscarello El Magnífico (Percusiones), William GuzmánMagú (guitarra), Héctor Hernández (Saxo), Noel Mijares (Trompeta), Terry Bonilla (Trombón) y Francisco DíazCoco (Teclados) también ingeniero y productor del disco, lanzaron Bailando Sobre Las Ruinas (2016); una docena de canciones alegóricas al sentimiento de aguante de una nación de la que parece ya no hay más de donde robar o destruir.
Una vez más Desorden Público olfatea y construye una fotografía de la Venezuela golpeada, haciendo una declaración optimista de construcción y aguante. Tal vez por eso deciden re-grabar una canción como "Estoy buscando algo en el Caribe", un recordatorio de que ahora más que nunca la indagación de nuestra cultura debe ser parte del discurso personal. El mismo track que le da nombre al disco "Bailando sobre las ruinas", es una contraposición de lo que significó hace diez años el álbum Estrellas del Caos (2006), donde si bien criticaban el escenario de desconcierto que se avecinaba, lo de ahora se presenta como un adiestramiento o manual de supervivencia para sobrellevar el cataclismo actual.
Hay que celebrar o disfrutar a pesar de la tragedia, hay una coraza humanitaria a ritmo de ska con guitarras distorsionadas como la de "A mi me gusta el desorden", junto con "Ska mundo Ska", pieza que desencadena la esencia de Desorden Público. Combativa, sombría, detectivesca y sumergida en la más sincero de los relatos violentos dentro del cancionero de la banda, aparece "Se soltó la bestia", con un indicio vengativo y todo.
"La temperatura", un clásico de la salsa de los años setenta, original de Los Hermanos Lebrón, es re-versionado por Desorden Público en este disco. El mood salsero, la construcción y mantenimiento del condimento latinoso de la banda se engrandece y metafóricamente se conecta con el estado de ebullición de una nación volátil. "Es ist kalt in Berlin" (Hace frío en Berlin), totalmente en alemán y medio rock steady, es un homenaje de la banda a una ciudad que les ha dado la bienvenida en sus diversas giras y donde aprovecharon para invitar al germano Dr Ring Ding (Richie Jung).
El experimento mestizo de "Mano poderosa", a nivel musical, desencadena en la propia búsqueda de sonidos de Desorden Público. Un intro de estadio llevado por un riff de guitarra alternativo, junto con la presencia de un teclado que entre un bajo funk, destaca la excelencia de personalidades venezolanas. Una referencia astuta de quienes también han decidido sincronizar sus pasos para bailar sobre las ruinas de un país que, desde la prosperidad y el caos, cede sus últimos respiros a una nueva generación de entusiastas.
Bailando Sobre Las Ruinas es una suerte de conexión y recorrido con Estrellas del Caos, en el sentido de visión país y crítica. Antes advirtieron lo que vivimos y ahora se presenta como una muestra de que su tesis social y profética se ha cumplido. Tiene un particular y acertado olfato en el mensaje implícito.
Este nuevo trabajo está lleno de despedidas, insinuaciones políticas, convoca la alegría de quien opta por ver la luz al final del túnel. Prevalece la esperanza, la búsqueda, la reconciliación interna. El orgullo cultural se profundiza entre la sátira, el humor y la diatriba, ambientados dentro de la zona ska, reggae, mestizaje, rock latino y el desarrollo de sonidos distorsionados que, a estas alturas es el trademark y lenguaje característico de Desorden Público como institución activa de la música contemporánea de Venezuela.
