De cómo Iggy Pop y Josh Homme revivieron mi amor por los Supergrupos
Debo admitir que siento una especie de placer culposo por los Supergrupos. Estos trabucos de músicos conocidos por otros proyectos y que de vez en cuando o de forma permanente se unen para hacer música.
Digo que es un placer culposo debido a que la cosa no siempre sale bien. Me explico mejor: Hay cosas fantásticas y hermosas como Cream, Them Crooked Vultures o The Postal Service, pero también existen esperpentos olvidables como Chickenfoot o SuperHeavy.
Tenemos formidables ejemplos “de culto” como Temple Of The Dog, The Traveling Wilburys o The Dirty Mac, y aquellos que nos emocionaron un tiempo para luego caer en picada al vacío, dícese de Velvet Revolver o Audioslave.
(Y ni hablemos del disco de Metallica con Lou Reed, por nuestra salud vamos a imaginar que eso simplemente no existió)
En este orden de ideas, el viernes sorpresivamente se dio a conocer otro proyecto que llamó profundamente mi atención, porque aunque no lo veía venir tiene sentido desde el ángulo que lo veas.
‘Post Pop Depresion’ es el título de la obra culpable de mi sorpresa y la de muchos, que además para mostrar de antemano su perfil refinado decide revelarse en el show de Stephen Colbert. El resumen es el siguiente:
Iggy Pop le mandó un mensajito a Josh Homme (líder de Queens of the Stone Age) comentandole que “quizás podrían escribir algo y lo grababan”, así, sin muchos compromisos. Josh le respondió que ok pero que debían mantenerlo en secreto y de manera independiente a disqueras, para quitarse de encima presiones, tiempos de entrega, intermediarios y señores con corbata. No conforme con esto, además llamaba para el proyecto a dos de sus panas: el baterista de los Arctic Monkeys, Matt Helders y el guitarrista Dean Fertita de The Dead Weather y también de QOTA.
El anuncio vino con presentación en vivo desde el mismo programa dejando ver otros rostros interesantes en el trabuco. En los teclados Troy Van Leeuwen, el otro guitarrista de QOTA y también músico que ha pasado por las líneas de bandas como A Perfect Circle o Eagles of Death Metal, entre muchas otras. En el bajo el Sr. Matt Sweeney, un productor que ha trabajado con un gentío y que tiene una banda medio post hardcore medio math rock que se llama Chavez (sí, JAJA).
Este primer sencillo, “Gardenia” mantiene una esencia sonora contestaria pero sexy que rememora al trabajo de Iggy en Berlín con David Bowie en los setentas (‘The Idiot’ y ‘Lust for Life’) pero precisando de frente una madurez añejada con los años, las tarimas y el crowd surfing, a su vez amalgamada con la modernidad y complejidad sonora que sólo Josh y su combo podían imprimirle.
Si aún no te he convencido de que esto aunque secreto era totalmente lógico por las razones antes descritas, Iggy declaró que al momento de plantearse hacer un disco nuevo “sentía que había cambiado en este punto de su vida y tenía que probar su valor como artista musical, no como un símbolo de nada”. Por su lado, Josh dejó saber en entrevistas que por escuchar esos discos del Padrino del Punk con el Duque Blanco fue que él decidió terminar con su primera banda Kyuss y comenzar desde cero.
El mayor buscaba reinventarse y el menor vio la oportunidad de trabajar con su ídolo y refinar el legado de la obra que tanto lo inspiró. Vaya que hay momentos que encajan perfectamente.
Todo apunta a que estará buena la cosa. Y esperemos que así sea. Que sea uno de esos proyectos que no guardamos en el saco de lo pavoso, sino todo lo contrario, que sea de esos que metemos en la gaveta de la memoria que guardamos con cariño, y abrimos de vez en cuando para alimentarnos musicalmente.
Bienvenido de vuelta, Iggy.