Una de las mejores películas de 2015 es Straight Outta Compton de F. Gary Gray, quien logra un largometraje que sobrepasa las barreras de quienes se llaman fanáticos de N.W.A.. No hay solidaridades automáticas en un filme que a simple vista podría ser elogiado por los más enceguecidos seguidores del grupo de hip hop.
El director junto con los guionistas Jonathan Herman y Andrea Berloff es responsable de una película que retrata muy bien el tiempo de un incipiente rap que empezaba a ser molesto en los oídos de quienes se sentían superiores, aquellos quienes usaban la fuerza policial para subyugar. Compton como centro de persecución, humillación y a la vez de creación artística. El lugar en el que DJ Yella, Dr. Dre, Eazy-E, Ice Cube y MC Ren. Arabian Prince se reunieron para hacer historia.
Es la vieja historia del rápido ascenso de unos jóvenes artistas, el consecuente ego y sus respectivas fricciones, pero con la sorpresa de la buena narrativa del suspenso, la expectativa del buen desenlace incluso para aquellos que conocen la historias de estos músicos que desafiaron a su contexto, al camino del crimen, pero también a los prejucios, la subestimacion y la supremacia de poderosos.
Hasta ahora, cuando comienza la temporada de premios, ha sido tomada en cuenta por muy pocas organizaciones de renombre, salvo los Screen Actors Guild Awards. Ahora compite al Oscar como Mejor Guión Adaptado. Es una trama en la que cada uno muestra lo peor que llegó a ser no solo en situaciones adversas, sino cuando la buena racha en venta de discos y conciertos empieza a socavar la camaradería de los miembros.
Uno de los momentos épicos del largometraje es cuando el grupo decide interpretar su clásico “Fuck tha Police” a pesar de la advertencia de no hacerlo. La presentación se convierte en un campo de batalla, un hervidero en el que se manifiesta la intolerancia y la represión ante la crítica genuina. Si bien en Estados Unidos se jactan de la libertad de expresión, no son pocas las excepciones a esta creencia y el arte lo ha manifestado.
Straight Outta Compton no solo tiene todos los elementos para convertirse en un clásico del género, sino también del cine biográfico, como Ray de Taylor Hackford. y Walk The Line de James Mangold, por nombrar algunas recientes.
