el hemisferio
Reseña del artista hecha por:
SongBlog
Creemos firmemente en la roca y el populismo rollo, Rush - Lee, el guitarrista Alex Lifeson y el batería Neil Peart - han basado toda una carrera en la fe inquebrantable de los aficionados que todavía creen en las cosas más fuertes en la vida como la guitarra curso rápido, una furia complejo sino que se golpeaba impenetrable, y ampulosidad wagneriana que los pernos para la pared. Y esos fans no revisan los registros. Los compran, más que suficiente para poner las copias de oro y platino de 2112, todos los a la etapa del mundo, y Adiós a Reyes en una pared en estilo Tudor Toronto casa de Lee.
Sexto álbum de estudio de la banda, hemisferios (Mercurio), es probable que atrapar espacio en la pared de su propia después de poco tiempo. Pero Lee, una especie de ojos marrones de voz suave, cuya longitud media melena marrón y sudadera Barclay James Harvest distinguirlo de sus vecinos suburbanos, ya tiene su casa con muebles sencillos, cinco gatos, y un mellotron en su sala de estar para recordarle que él es una estrella de rock con éxito '78 modelo.
"La única justificación que necesito para lo que estoy haciendo con Rush es que terminar un álbum y nos encanta. Entonces lo llevamos a nuestros fans y responder a ella. Si lo que estábamos haciendo no estaba bien, que wouldn 't estar donde estamos. puede haber formas de llegar a ser más grande que nosotros, pero no me quejo. " Tampoco se quejaba de que la forma en que resultó hemisferios. pulverizando la producción, de juego impecable, y un matrimonio ingeniosa de acordes de potencia desgastado por el tiempo y trucos de composición de la bolsa de sorpresas Sí / Génesis marcan el álbum como más impresionante de grabación de la banda hasta la fecha. Sean cuales sean sus reservas sobre el alcance olímpica de historia de Neil Peart de la canción principal del lado largo (la conclusión del cuento de Cygnus X-1 a partir de despedida), no se puede discutir con la negociación de expertos de los países nórdicos-como de Lifeson de los giros rítmicos y resulta, reuniendo tanto el resplandor de la página y las bravatas de Beck, mientras que Lee narra con un intenso gemido alma en pena.