Para los conocedores de la mitología griega, la "Divinidad del Arte" inspiró las más hermosas canciones, poesías, obras literarías o cualquier expresión tan hermosa cuyo nombre es conocido en la actualidad, como arte.
Algo que llega por los sentidos y nos mueve la fibra emocional.
Para algunos artistas la inspiración musical proviene de una emoción que nos tambaleó emocionalmente, de un momento o de una persona. En el caso de las canciones de culto religioso la inspiración es Dios, por y para su alabanza.
Para los creyentes o no, la música refleja lo que somos, lo que sentimos o aquello con lo que nos conectamos, donde están nuestros pensamientos, sueños, anhelos.
Popularmente "La Musa", es todo aquello que inspira una canción, lo qué necesita un artista para hacer arte.
Mientras que para los creyentes, el Espiritú que les ministra todas las palabras que se convierten en canción.
En el habla hispana se destaca Juan Luis Guerra como uno de los artistas más conocidos e importantes del mundo musical, pero además de su popularidad, sus años de trayectoría le ha permitido no solo conocer a la Musa, sino también al Espiritu Musical, la inspiración de sus canciones.
Tal vez, un antes y un después, pero el mismo sonido, el talento para interpretar canciones que conectan a su público sin importar el idioma, el género o la inspiración de sus canciones.
Personalmente, considero que Juan Luis Guerra marcó pauta con el género de culto, tomando en cuenta que comenzó haciendo música Jazz, luego sonidos tropicales mezclados con Bachata, Bachata pura, pionero antes de la masividad del género.