La tradición de la Marcha Radetzky

La Marcha Radetzky es una obra musical realizada para orquesta sinfónica por Johann Strauss, padre, en 1848.

Cuenta la historia que la pieza fue compuesta en honor al Mariscal de Campo y Conde Joseph Wenzel Radetzky, quien llevó a Austria a la victora frente a Italia, durante la revolución acaecida entre los años 1848 y 1949.  De tal suerte que esta música ha llegado a ser conocida prácticamente como un segundo himno para los austriacos.

La tradición señala que esta pieza sea la obra musical central en los conciertos de Año Nuevo, usuales en Europa y Estados Unidos. Este año, dos venezolanos están llamados a dirigir sendas orquestas, e incluirán entre sus respectivos programas la Marcha Radetzky, junto a otras obras de la tradición del fin de año, como el vals Danubio Azul de Johann Strauss, hijo, entre otras. Estos venezolanos son Vladimir Prado, quien dirigirá la Orquesta Juvenil de la Baja Austria; y Gustavo Dudamel, al frente de la Filarmónica de Viena.

Una de las características de la Marcha Radetzky es que el público marca con las palmas el ritmo de la música, y, por supuesto, el director se hace cómplice y se voltea, da la espalda a la orquesta y comienza a dirigir al público, lo cual causa mucha simpatía entre los asistentes, más aun cuando hay transmisión televisada del concierto.

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