Vuelven a sonar las cuerdas del arpa. Esta vez se trata del músico venezolano Eduardo Betancourt, pero no se trata del arpa celta ni del arpa clásica de pedales, sino del arpa tradicional que se escucha en los llanos venezolanos.
El pasado 30 de junio, este intérprete presentó su primer disco, “Ad Libitum”, bajo el padrinazgo del músico, compositor y guitarrista Aquiles Báez y el proyecto/sello Guataca.
Se trata de una producción en la que los sonidos tradicionales venezolanos cobran una dimensión especial, más al sabor del World music, con lo que se busca alcanzar públicos allende las fronteras venezolanas.
Por su parte, Eduardo Betancourt hace uso del arpa diatónica llanera, así como del arpa eléctrica, y, adicionalmente, usa el arpa francesa Camac, que tiene unos dispositivos especiales o levers que permiten hacer los medios tonos. Es decir, tienen la función aproximada a la que tienen los pedales del arpa clásica.
Con estos instrumentos, Betancourt no tiene ningún impedimento para abordar el género que más le guste, “no le veo ninguna imposibilidad. Puedo tocar lo que quiera. El reguetón no, porque no me gusta (risas), pero es personal, no es que no se pueda tocar también”, dice.
Sobre arpa tuyera, tradicional en los valles mirandinos del Tuy, opina que es un instrumento hermano del barroco clavecín, “pero tiene su swing distinto. Se parece al sonido del clavecín por la similitud que tiene con las cuerdas primas de metal que tiene el arpa tuyera. No la toco, me encantaría, pero tiene otra técnica distinta, y el repertorio es distinto. Es otro lenguaje. Es cuestión de estudio, no he tenido la oportunidad de tocarla, pero no lo descarto”, alega.
Buena opción seguirle la pista a este interesante músico, quien además, en 2010 obtuvo el “coletazo” de un Grammy Latino, cuando lo ganó Ilan Chester por su disco “Tesoros de la música venezolana” y donde Betancourt participó con sus arpas.
