Elegante sensualidad de la voz: Soledad Bravo
Reseña del artista hecha por:
SongBlog
Soledad Bravo es de esas cantantes que siempre están vigentes, debido a que han cultivados géneros y repertorios afines a muchas generaciones.
En una primera etapa, Soledad se hizo ícono de la llamada canción de protesta o canción social. Luego, unió su voz a la estética de la salsa, de los ritmos latinos, y el género la acogió de tal forma, que los amantes de estos ritmos de inmediato la adoptaron: su voz recia de contralto se acopló perfectamente, en brillantes juegos y riquezas. Mucha de su música acompañó a los salones de baile en la década de los ochenta y entrados los noventa.
Su voz también ha estado al lado de otras texturas no tan comerciales, como la música sefardita, es decir, las canciones judías hispánicas, lo que también la hizo granjearse un prestigio dentro de la comunidad hebrea.
Boleros, baladas, canciones han transitado por la voz de esta diva. Por ejemplo, uno de sus éxitos más celebrados es la canción "San Francisco": al escucharla, se siente la elegancia, la brillantez, el lujo de una voz que pasea al oyente por la música que invita a mirar un cielo urbano, nocturno, de luces, de copas.
Hace unos cinco años, acompañó al barítono venezolano Iván García en una de las canciones de Henry Martínez, "Venme a buscar", incluidas en el disco "Traigo de todo", y su voz ganó en dulzura y expresividad. Es lo que suele regalar la Bravo en sus conciertos, ahora, a sus siete décadas.