Gualberto Ibarreto: genuina voz del pueblo

Claro, a veces resulta odioso eso de hablar de la "voz del pueblo", en especial cuando las connotaciones hacia lo político salta a la vista.

Pero es que en el caso de Gualberto Ibarreto, de verdad resulta un apelativo justo y hasta necesario. Su canto ha acompañado a generaciones de amantes de la música popular: son cuarenta y tres años de vida artística, y aparte de la calidad y calidez de su voz, vale la pena rescatar que gracias a él (y por supuesto su parte de responsabilidad también a la agrupación Un Solo Pueblo) al resto de la humanidad se le pudo mostrar y convencer de que la música venezolana es algo más que arpa, maraca y cuatro = joropo. Es decir, gracias a un artista como Ibarreto, hasta el mismo venezolano se dio cuenta de que su propia musicalidad trascendía los espacios del llano.

Además de ello, hay que resaltar la capacidad artística de Ibarreto, quien además le dio ese necesario toque de humor y chispa a la música del oriente venezolano: polos, malagueñas, galerones, joropos orientales, jotas; y hasta boleros. Sí, porque hay un bolero que lo ha hecho muy famoso: "Soy el ladrón de tu amor", donde demostró que esa voz ronca también es capaz de erizarle la piel de romanticismo a las féminas.

Valga este pequeño tributo a Gualberto Ibarreto, en momentos que sabemos son difíciles para el artista, desde el punto de vista de la consecución de los medicametos para el Parkinson que padece.