El legado de Kendrick Lamar en un disco
Reseña del artista hecha por:
SongBlog
Taylor Swift ganó Mejor Álbum en la reciente edición de premios Grammy. Acaparó titulares, su silueta fue común en los medios por haber obtenido el considerado galardón más importante del certamen. Sin embargo, fue Kendrick Lamar el que obtuvo más estatuillas. Más allá de la cantidad, el mayor triunfo del rapero de Compton es haber dejado un legado desde la publicación de su disco To Pimp a Butterfly.
No son las reseñas y críticas de revistas especializadas en cultura pop que lo califican como uno de los mejores álbumes de 2015, sino la resonancia que su música y letras tuvieron en parte de la población.
En Cleveland, por ejemplo, el año pasado un grupo de personas entonaron e, coro de la canción “Alright” en una protesta contra la policía, que previamente había arrestado a un joven.
To Pimp a Butterfly no es un mensaje demagógico. Es el registro contemplativo y sufrido de un artista a un contexto enrarecido, adverso, pero también ameno. Lamar en sus letras logra imágenes crudas de una vida puesta siembre en observación, con la que siempre ha habido duda. La sospecha siempre lo ha antecedido.
El trabajo audiovisual con el que ha acompañado su música no tienes desperdicio. El video de “Alright” conjuga una serie de mensajes que se resumen en el hastío de una situación que en algún momento parecía perenne para el artista.
No plantea la venganza, tampoco es una provocación. No hay correcciones políticas, sino el planteamiento de situaciones inversas y extremas, pero a la vez desoladoras. Al final, pareciera no haber cambios.
La noche de los Grammy Lamar cantó encadenado y sus músicos estaban encarcelados. Su puesta en escena estuvo fuera de la zona de confort que caracterizó a las presentaciones previas. Su intención era polemizar, colocar una línea más a la historia de arte y su contexto, esa bien preciada relación que aún muchos quieren evitar o banalizar.