La banda sonora de la política

Que no, no está mal escrito el título. No es película. Es política.

Ahora resulta que la música de Adele está en un tira y encoge, entre los fans del precandidato republicano estadounidense Donald Trump, y el deseo expreso de la vocalista británica porque sus canciones no formen parte de la campaña.

Y es que parece ser que es poco lo que se puede hacer. Si bien es cierto la música no se usa en los jingles, no se puede hacer nada para evitar que la concurrencia a los encuentros políticos se pongan a escuchar las canciones favoritas de la intérprete.

Pero también hay otras acciones, como la de Madonna, quien recientemente, durante su paso por Taipei, en el marco de su gira Rebel Heart, decidió envolverse con la bandera de Taiwan, abogando por la posibilidad de que ese territorio sea, finalmente, reconocido como un país independiente.

Recordemos acciones similares como las llevada a cabo por la pianista venezolana Gabriela Montero, quien no ha cejado en su empeño por levantar la bandera tricolor, por la causa opositora.