Blackstar no fue suficiente para David Bowie. Si hace una semana todos estaban sorprendidos y admirados por la coherencia del artista con su obra, ahora resulta que pudo haber más.
“Lazarus”, la canción cuya letra y video sirvieron para decir adiós, pasará a la historia no por ser una de las mejores piezas del álbum, sino por ser su mensaje más contundente no solo por la letra, sino por el video en el que se registra a un creador que padece los embates de un gran sufrimiento. Al británico parece que el disco no le fue suficiente para despedirse. Ahora, después de la muerte del Duque Blanco, cuando todos consideraban que había sido lo suficientemente sincero y contundente, sale su productor Tony Visconti para decir que al creador de Ziggy Stardust preparaba un disco antes de morir.
La cercanía de la muerte parecía inquietar a esa mente que tanto nos dijo y acompañó. “Estaba entusiasmado. Ambos creíamos que tendría unos meses más. Todo debió haber sido muy rápido. No tengo mucha información al respecto, pero la enfermedad debió haber avanzado de una forma muy rápida”, dijo Visconti a la revista Rolling Stone. Desde noviembre, según palabras de su amigo, Bowie sabía que el cáncer que padecía era terminal. Después de una recuperación a mediados de 2015, la enfermedad se intensificó.
¿Qué habría dicho Bowie en otro contexto aún más apremiante? No se sabe. De Blackstar no se podrá decir que es un disco exitoso por las circunstancias. El buen momento creativo del compositor, aunado a pensamientos cada vez más introspectivos, se podía vislumbrar desde 2013, cuando volvió con otro memorable álbum: The Next Day. Esta vez la enfermedad acentuó temores, trastocó certezas y las interrogantes tal vez se hicieron con otra finalidad.
Desde su fallecimiento el 10 de enero todos los días hay noticias sobre él. Que si es número uno en ventas en Estados Unidos, que superó a Adele, su relación con el cine y la literatura, sus días en Berlín, sus supuestos seis ataques al corazón. Todos los días hay algo.
Se podrán decir mil cosas, pero hay una obra y un testimonio que quedarán para todos aquellos que quieran conocer más del artista. Ojala sean cada vez más los interesados en adentrarse a un artista sincero y leal con su creación.
Mueren las referencias, los pioneros, a los que muchos admiran. ¿Qué ocurrirá después? ¿Habrá vida en Marte?
