Aquiles Báez, un lujo para la música

El año 2015 va muriendo, y comenzamos a ver hacia atrás para tomar en cuenta el camino recorrido. En esa revisión, miramos la labor musical de Aquiles Báez, guitarrista y compositor venezolano, arreglista, pero, por encima de ello, un verdadero impulsador de los talentos emergentes en el país.

No es poca cosa. Primero porque Venezuela es un enorme semillero de músicos, y de las más variadas especies… y especias. Es decir, no hay un solo género musical del cual se pueda caracterizar al músico en este país, sino que todos los géneros se pueden sentir bendecidos por la cantidad y calidad de venezolanos que los cultivan. En este contexto, no debe ser nada fácil para Aquiles Báez escoger a quién y bajo qué criterios promocionar a tal o cual persona.

En segundo lugar, porque el propio Báez podría invertir su propio tiempo y esfuerzos en continuar consolidando su propia carrera musical. Y la verdad que malo no sería. Sin embargo, suponemos que comparte su propio desarrollo musical con la promoción de otros músicos, precisamente para sentirse en contexto con la calidad musical y para competir en buena lid y en el mejor sentido de lo que ello significa.

Báez pudo haber seguido haciendo carrera como maestro en Berklee, pudo haber seguido viviendo en Estados Unidos y consolidar su fama por allá. Sin embargo, continúa prefiriendo el país, y no por cuestiones de chauvinismo, sino por su amor a los ritmos y sonidos de Venezuela, y por seguir asombrándose de esa generación de chamos que continuarán con su legado.

Mientras tanto, por estas fechas, Aquiles agarra su guitarra y se pone a musiquear con su Señora Parra Anda.