El documental que muestra las apariencias de Amy

Detrás de la imponencia y seguridad que transmitía Amy Winehouse, había una mujer muy vulnerable, endeble ante su entorno desde la juventud. Es la visión que presenta el cineasta británico Asif Kapadia en Amy.

La carrera musical de la compositora de “Rehab” es solo un pretexto para contar la corta vida de una artista que tuvo con la música una relación cercana y apasionada, como si ésta fuera una persona a la que necesitara sentir cada día, una compenetración que representaba en muchas ocasiones el apego al mundo. Sin embargo, cuando llegan el reconocimiento y la fama, se acentúa un declive. El pesar ronda la estabilidad de la cantante, especialmente cuando deja de importarle el vínculo entre obra y público.

En  una de las escenas, Winehouse entra al escenario, pero no canta. Le susurra al oído a los miembros de la banda, se sienta, se para, ve a la gente, pero más nada. La abuchean. El director recurre a los testimonios de las amigas de toda la vida, quienes dicen cómo ese momento les reveló que el problema de adicción y bulimia había empeorado. Temián haberla perdido para siempre. Quisieron rescatarla, pero su cuerpo no aguantó. Además, había compromisos que cumplir, las giras, pues el show debe continuar. Es entonces cuando se discute la responsabilidad del manager y el padre en los momentos más inestables de su salud. 

Eso es uno de los puntos clave del largometraje dirigido por el responsable también de la reveladora Senna, que detalla los entuertos contra el piloto brasileño Ayrton Senna cuando su desempeño empezaba a ser una amenaza para el entonces consentido, según muestra el cineasta, de los jerarcas de la Fórmula 1, el francés Alain Prost.

En Amy, Kapadia evita mostrar la cara de quienes hablan, solo se escuchan voces que acompañan imágenes del archivo personal de la compositora. Mérito extra tiene cuando conjuga manuscritos de canciones con los testimonios de su errática relación con Blake Fielder-Civil, con quien no solo compartía pasión y dolor, sino también drogas. Hay un video espeluznante de cuando él la abandona la primera vez: ella aparece perdida, sin rumbo en una oscura habitación.

Son detalles tristes de una de las voces más intimidantes del soul y el jazz de los últimos tiempos. La fortaleza como apariencia, el asedio de una industria que no pudo soportar, el acoso de una prensa atroz y hambrienta de escándalo. Presentadores de televisión se burlaban contantemente de sus problemas, de su físico. Los flashes en lugar del sol al salir de casa.