Refrescante como una mosca, Benjaming Clementine
Reseña del album hecha por:
SongBlog
Desde Rufus Wainwright, no teníamos un autor que fuera un experto en triple amenaza, capaz de tener superpoderes en el canto, la composición y el juego. Ahora tenemos a Benjamin Clementine que sacudió la monótona escena indie con su debut At Least For Now. Benjamin está lleno de activos, y uno de ellos es el control maestral de la dramaturgia en las canciones pop. Otro es hábil nadando a través de las aguas de soluciones sónicas complejas, mientras que el tercero es la amalgama vigorosa y delicada de música clásica y pop.
Mientras que At Least For Now fue un proyecto solitario pero sorprendente, el estudiante de segundo año Clementine I Tell A Fly es un disco crossover más vanguardista, principalmente debido a que Clementine combinó texturas, ritmos y melodías con más éxito que cualquier otro productor sobredotado en la última década. Es obvio que su puntaje en confianza en sí mismo ha aumentado significativamente desde Al menos por ahora . Claro, ganar un Mercury Prize también ayudó. Últimas noticias: en algunos países, los premios se otorgan a los talentos y no a los artistas políticos, sociópatas y mediocres.
En I Tell A Fly , un álbum de tres cuartos de hora, puedes escuchar ritmos electrónicos de baile, pero también secciones de piano clásicas y voces infectadas por el gospel. La firma es siempre de Benjamin. No hay clichés o ritmos trillados y melodías que te hagan pensar: Bueno, ya he oído eso. Clementine creó un rompecabezas ondulante que requiere atención meticulosa del oyente. No puedes hacer otra cosa mientras escuchas su música.
Las canciones son mini suites que se superponen y entrelazan, convirtiéndose en la utopía sónica de Clementine. La accesibilidad de un single pop es lo mejor para ser escuchado en pseudo-muppet por The Ports Of Europe , y la introducción vocal acapella a Ode From Joyce es quizás la cosa más emocionante que he escuchado este año. La rareza caracteriza la canción de cierre Ave Dreamer .
Escuchar I Tell A Fly conduce a una sola conclusión: ¡este hombre puede hacer cualquier cosa con la música!