La banda con sede en Chicago Whitney dejó su debut Light Upon The Lake el año pasado. El debut, lanzado bajo el sello secreto de Canadian, les aseguró actuaciones en todo el mundo, incluyendo el Primavera Sound de este año en Barcelona, donde tuve la oportunidad de redescubrirlas. Whitney es fundado por Max Kakacek, un baterista, y Julien Ehrlich, vocalista principal que también fue miembro de la Orquesta Mortal Desconocida. Con la desintegración de Smith Westerns, dos amigos comenzaron a escribir letras y música para su debut. Cuando entraron en el estudio, se han convertido en un sexteto, y recientemente el sevent miembro se unió.
Por lo general, Light Upon The Lake es un álbum de rock indie con un montón de indie pop y notas psicodélicas, pero también es un indie folk rock importante. Sólo tienes que escuchar a Red Moon y la pista del título. Dicho esto, el álbum th no ofrece nada nuevo ni intrigante, pero suena casi perfecto. Es conceptualmente bien redondeado e instrumentalmente abundante. Este disco de larga duración es un material cálido, serio y sencillo sin fallas cruciales.
Aunque el tema principal es la pérdida de un ser querido, el álbum no es pesado para escuchar. Las melodías fáciles, las vibraciones alegres y los riffs de la guitarra dominan el paisaje sonoro. Las letras son siempre directas, y los mensajes son en su mayoría optimistas y positivos, tentativo para difundir la esperanza después de una ruptura en la que perdieron a su mejor amigo y amante.
Golden Days y Dave's Song son diamantes del álbum. Una plétora de orquestaciones con instrumentos musicales brillantemente combinados y solos de guitarra complementan el maldito falsete masculino, dando a la canción el derecho de ser digna. Althouth, éstas son todavía unintrusive melodías. Las Cataratas y No importa dónde vamos son pegajosos, optimistas, mermeladas de verano que cada alma indie gratificará con el máximo volumen. Las canciones más personales salen como las más melancólicas - No Woman y Polly.
Diez canciones cortas duran sólo treinta minutos y tienen mucho que ofrecer. Cada uno de ellos es hermoso en su propia mezcla de simplicidad y complejidad. El único obstáculo podría ser la voz molesta del cantante, pero tiende a crecer en ti mientras más lo escuches. En mi humilde opinión, lo que hace que Light Upon The Lake sea especial es que sus creadores no trataron de sonar inteligentes o pretenciosos. Es como si han grabado una de sus sesiones de jamm de la mañana y ponerlo en el mercado. ¡Gran debut, Whitney!