El ex cantante de la banda legendaria Moloko lanzó su tercer álbum de estudio el año pasado, titulado Juguetes sin pelo. El álbum era experimental, como todo el mundo esperaba de la reina del arte pop. Roisin Murphy presteza para la innovación y la experimentación es su fuerte. Siempre es un reto a sí misma, y el público adora ver a explorar nichos ocultos de su psique.
Sólo un año después de los juguetes sin pelo mencionadas, Roisin lanza su cuarto LP llamado Llévala hasta Monto. Lo que puedo decir de inmediato es que es incluso mejor que la anterior. El título del álbum anuncios de la canción popular irlandesa que el padre de Roisin le cantaba cuando era sólo una niña. Obviamente, hay un momento de nostalgia por la infancia y un combate con el pasado. El productor del disco es Eddie Stevens, su socio a largo plazo creativo.
Llévala hasta Monto nos trae todo lo que nos gusta de Roisin - pop experimental, el arte-pop, dance, elementos de jazz, downtempo y vocal seductora. Es un concepto maduro y brillantemente realizado, digno de reina de los homosexuales. El sonido es en algún punto intermedio Ruby Blue y sin pelo juguetes.
El sonido experimental es omnipresente desde la primera hasta la última pista. Es como si ella tuvo éxito para transportar a sí misma hasta el último átomo de su flujo creativo. Aún así, Roisin logró mantenerse plácida y decente. Ella siempre hace las cosas con un estilo peculiar.
Su voz es como me imagino la vida sin ningún tipo de estrés. Las letras son más maduras que nunca. No es sarcasmo y aspersión sana; hay confesiones primas y expresiones emocionales, pero nunca intrusión. Roisin mantiene su distancia.
El mayor éxito del álbum está a diez millas de alta y que suene como Moloko en la parte superior de su juego. Matriz electrónica es prominente en el expediente, en especial en la comedia romántica y pensamientos Wasted. Mastermind es la introducción sutil, estructurado de una manera que le hace preguntarse si esto es un disco de pop o uno totalmente experimental.
El álbum se cierra por la sentada y Contar, una balada que infatuates y te deja con ganas de más. Llévala hasta Monto, queremos que nos llevan de vuelta allí, una y otra vez.