Voy a hablar de algo diferente en esta serie hoy. Todos los demás artículos a 10 años han estado a punto de discos que yo consideraría como clásicos, álbumes que merecen ser recordados como piezas de trabajo que sea definen las personas que lo hicieron, o, si tenían suerte, algo que tiene una influencia más amplia en músicos hoy en día. En su lugar voy a hablar de un álbum, a pesar de un esfuerzo perfectamente bien, tuvo el efecto contrario que los otros. Para ello voy a echar un vistazo a el segundo álbum de Bloc Party Un fin de semana en la ciudad.
Ahora me encanta el primer álbum de la banda, alarma silenciosa de 2005. Creo que es una obra maestra y uno de los mejores debuts de este siglo. Por lo que la expectativa en 2007 fue elevado para un fin de semana que la Ciudad. La banda tenía, muy favorablemente sido comparado con Radiohead, y la época de Holy Bible Manic Street Preachers, como alarma silenciosa fue visto como un aullido inteligente contra los peligros del mundo moderno. Había rumores mientras la banda estaba grabando fin de semana que sería un álbum que ahondar en los aspectos experimentales más coqueteaban con su debut en el que irían completa de Kid A. En su lugar lo que los fans consiguieron fue algo un poco más tradicional.
Donde el líder de Kele Okereke tuvo su punto de mira sobre temas como la política, la política exterior, y el racismo, aunque en bastante letras crípticas, el fin de semana Entrecerró los sitios en los jóvenes del siglo 21. Fin de semana es el primer álbum que puedo recordar que había estado sobre la generación del milenio. Desde el primer partido de Bret Easton Ellis, con el tema "Canción para Clay" (Disappear Here), a "uniforme", y primer sencillo "The Prayer", Okereke básicamente preguntó cuál era el problema con los jóvenes de la época. Con "uniforme" pintó una imagen de la conformidad consciente con la imagen de los grupos de adolescentes con la misma ropa que pone fin a la individualidad.
Todavía hay canciones con conciencia social como la excelente "caza de brujas" que apunta a los medios de comunicación para la popularización de la islamofobia, y más de cosecha propia el racismo, y un romance llamativo entre los adolescentes varones en "I Still Remember". El contenido de las letras del álbum debe ser alabado, nuez es la música que permite que el disco hacia abajo. En lugar de la experimentación que se rumoreaba Bloc Party fue la ruta indie seguro. Eso no quiere decir que las canciones son aburridos, ni mucho menos, pero la talla de "Sunday" son un poco demasiado po-cara.
Un fin de semana en la ciudad fue de Bloc Party con sus garras recortadas musicales. Para todos los de la ira de Okereke, no había la instrumentación de afeitar afilada que lo respalde. Es un buen disco, pero también fue el primer indicio de que Bloc Party no pudo conseguir el fuego de su debut en la espalda.