Gloria Trevi, la diva de los zapatos viejos
Una mujer con pelo suelto, alborotado, rebelde, incontrolable. Son las primeras imágenes que surgen cuando se escucha el nombre de Gloria Trevi, esa estrella mexicana del pop que en los ochenta emprendió un camino hacia el estrellato, no sin dar grandes tropezones en una carrera que casi termina en la ignominia.
Sexualidad y desenfado en tarima. Así fueron los comienzos de Gloria de los Ángeles Treviño Ruiz, nacida el 15 de febrero de 1968, en Monterrey. Desde niña tuvo esa inquietud por eso de ser artista y a los 14 años de edad dio un paso importante para alcanzar esa meta. Viajó con su mamá hasta Ciudad de México para participar en un concurso de la cadena Televisa que buscaba a la doble de Lucerito. Y ganó. “Se parecía muchísimo a ella”, decían.
Fue el primer paso. Inmediatamente comenzó a estudiar en el Centro de Educación Artística del famoso canal mexicano bajo las órdenes de la actriz y productora Martha Zavaleta. “No dieron todos los premios que dijeron que iban a dar, pero sí el más importante, que era estudiar y estar en el lugar donde podía tocar las puertas”, dijo la cantante en una entrevista.
En 1984 conoció al productor Sergio Andrade, figura que en el mundo del espectáculo había cobrado bastante fama por ser el impulsor de varias carreras de músicos. También era compositor y arreglista que tenía la confianza de distintos artistas de la época, entre ellos la popular Yuri.
Andrade no solo se convirtió en el rey Midas de la carrera de Trevi, pero también en el causante de sus desgracias. La entusiasta y risueña adolescente participó en un audición para un proyecto que impulsaba el productor, y quedo seleccionada. Así formó parte del quinteto de mujeres Boquitas Pintadas. “Fue muy difícil ser parte. Siempre estuve en la cuerda floja porque era muy grave. Mayor fue el tiempo de ensayos que lo que duró el grupo. Hubo muchos chismes, intrigas y envidias entre los padres, la compañía de disco. Se desintegró y mi mamá quería que me regresara”, contó Trevi.
Fue una crisis emocional. Además, como empezaba a dejar atrás la adolescencia, más las decepciones amorosas, todo se convirtió en una intensidad de sentimientos que la expresarse a través de canciones que entonces compuso, entre ellas “Dr. Psiquiatra”, “No tengo ropa” y “¿Qué voy a hacer sin él?”.
Decidida a alcanzar la fama, buscó el apoyo de Andrade, quien cumplió y la convirtió en estrella. En 1989 estrenó su ópera prima, titulada ...Qué hago aquí? con el sello Sony Music. Ganó tres discos de oro.
Y comenzó el sueño. Programas de televisión, entrevistas, conciertos, la agenda cada vez empezó a llenarse de compromisos. Su desparpajo y rebeldía en esa época inevitablemente hacía que la compararan con Madonna. Medios como el británico Independent la han llamado la Madonna mexicana. Pero es una asociación que Trevi ha rechazado. "Ella es la chica materia', yo soy la chica de los zapatos viejos”, dijo en 2014 en una entrevista transmitida en el programa Al Rojo Vivo.
Desde su debut en solitario en 1989 hasta ahora han sido 11 los discos de estudio. Los otros son Tu ángel de la guarda (1991), Me siento tan sola (1992), Más turbada que nunca (1994), Si me llevas contigo (1995), Cómo nace el universo (2004), Una rosa blu (2007), Gloria (2011), De película (2013), El amor (2015) y Versus (2017).
“Pelo suelto”, su gran éxito, fue un manifiesto que resumía esos primeros años de la cantautora, que además se erigió como en un himno juvenil que reflejaba ese fervor por romper con las convenciones establecidas. El nombre de esa canción también fue usado para su debut en el cine, en 1991, en el que se interpretó a sí misma.
A finales de los noventa, la fama de Trevi dejó de estar vinculada por el éxito. En 1998 se publicó Aline, la gloria por el infierno, que relataba una serie de abusos sexuales alrededor del círculo de Andrade y Trevi, al que vincularon con rapto, violación y corrupción de menores. En el 2000, ambos fueron arrestados en Brasil. La estrella cayó.
Unos dicen que fue manipulada, engañada y amenazada por Andrade. Otros que fue juzgada injustamente por los medios. Durante esos años turbulentos, tuvo dos hijos mientras estuvo en prisión: Ángel Gabriel y Ana Dalay, que nació y falleció poco tiempo después.
En 2004 fue finalmente absuelta y nuevamente emprende el camino de la música, para recuperar no solo el tiempo perdido, sino para limpiar su nombre y carrera. Incluso, se casó con el empresario Armando Gómez, con quien tuvo a Miguel Armando. Ahora los escenarios se convirtieron en su mundo. Por eso, tituló su más reciente producción Inmortal, como para dejar claro que pese a toda adversidad, su propósito sigue firme.