¿Qué Sería Del Patinaje Artístico Sin La Música?

El sonido marca el ritmo. Fiel compañero: así es el sonido, acopla los sentimientos y pensamientos en un momento determinado, le da intensidad a una situación y hace de algo común; una pieza única; y la cual conocemos como arte.

También el baile y la gimnasia rítmica hacen uso de la música para potenciar su arte. Si bien, la resistencia, la preparación y el talento son importantes, pero el sonido les permite lograr concentración y ayuda a su memoria; recordar algún paso de baile o improvisar, si así lo considera. Imagina por un momento una competencia; a la gente, los nervios, el clima, frío o calor, la incomodidad de algo: todo lo que puede afectar el desarrollo del arte en vivo y en directo.

Mientras tanto los primeros segundos de la música ayudan a seguir un ritmo, conectarse en el aquí, en el ahora, a expresar lo que su corazón siente y su mente imagina.

Justo en esa conexión se expresa un sentir, la persona siendo toda ella un mensaje, solo arte. Hay muchas películas que hablan sobre la pasión sobre el baile, el patinaje artístico o la gimnasia, pero algo que sin lugar a dudas nunca falta es; la música; tanto en la ficción como en la realidad, en la mente como en el corazón; en la expresión y en los aplausos del público.

Sin lugar a dudas, incluso las películas, son más interesantes con música, y le dan todo su significado; muchas veces, todo depende del sonido. Felicidad, logro, tropiezo o caída, allí está y la música sigue siendo arte. Probablemente sin música o sonidos, cualquiera de esas artes expresadas solo podría parecerse a una persona moviendo el cuerpo.