Realmente, me gustaría escribir sobre otra cosa que no sea la situación de Venezuela, de hablar de cosas felices, de las playas y los paisajes venezolanos, de lo que fue, de las personas que aun siguen siendo fieles a lo bueno a lo bonito; sumar y dejar de restar, evitar el Amarillismo, y el bombardeo emocional de las redes sociales, pero a veces, cuando llegan los momentos díficiles no hay que hacer lo que uno quiere, sino lo que uno necesita y más aún si uno siente que todos lo necesitamos.
El arte se vuelve un camino para afrontar la realidad, mientras que para los Cristianos se convierte en un testimonio y un agradecimiento.
A veces ya no se trata de ser Católico, Judío o Musulman, esas cosas, el titulo, o la importancia que le damos aun los venezolanos esas religiones no afectan al punto de matarnos por ese motivo, eso era algo que conociamos los venezolanos, sabiamos en palabra y obra la tolerancia de religión, y el respeto hacia a los inmigrantes, pero llegamos a un punto donde eso parece una Utopía.
Ahora somos inmigrantes dentro de nuestro País, no es un secreto para nadie, pero solo Dios sabe cómo eramos, desgradecidos, sí, porque dejamos perder, y nos dejamos perder, pero algo que aprendido a lo largo de mi vida es que justo en el momento cuando todo se ve perdido hay una luz entre tanta oscuridad, solo un poquito basta.
Algunos se aferran al amor, otros, se aferran a proyectarse hacia el futuro, otros cambian la técnica de guerra, otros comienzan, como yo, a buscar la paz en algo que no vemos con nuestros ojos terrenales llenos de pecado, ni menos podemos escuchar con nuestro oídos llenos de tentación, solo un poco de la gracia Divina sobre nosotros haría la diferencia, porque pareciera y estoy convencida, ahora más que nunca que el hombre no puede solo, yo no puedo sola, nadie sobre la tierra puede solo, la verdad no entiendo por qué nos "glorificamos a nosotros mismos" como si fuesemos superiores entre nosotros mismos.
Por qué tapamos el dolor con más dolor, será que no conocemos otra cosa o no queremos conocer otra cosa, vivimos el día como si fuera el último , vivmos para morir, no para la vida eterna, si realmente vivieramos para una vida eterna, capaz aprendería, aprederiamos, a que estamos en el camino equivocado cuando dejamos de amar al otro, aunque el otro haga daño, y no queramos amarlo.
Pero qué es el amor; probablemente el amor más perfecto fue de Cristo y de Dios. Nos muestra que el amor es sacrficio, todo lo espera y todo lo sufre.
Nadie quiere estar solo, nadie quiere morir, pero a veces nos vamos directo al matadero, no se puede crear paz con violencia.
Pero cómo podemos hablar de algo que no conocemos, o que no podemos porque no queremos ver.
Y una vez que logremos ver y escuchar, capaz allí necesitaríamos una sola oración que nos permita apreciar lo que recibimos.
Si estamos de pie al final del día, es porque alguien o algo nos sostuvo.
"Al Cesár Lo Que Es Del Cesár, y a Dios lo que es de Dios" (Mateo 22/21), y esa es nuestra alma, el alma es de Dios, no del hombre ni de la maldad.
Si tan solo le dieramos a Dios lo que es de Dios.
Dios resucitó, llegó a los cielos, no se quedo en la Cruz, sufrió, sí, pero se mantuvo hasta el final y pidió perdón por nosotros, por lo que hacemos o dejamos de hacer.
Eso se parece al amor, es amor, y nunca nos falla, nunca nos deja, fallamos nosotros, aun le seguimos fallando, pero al menos al tratar de agradarle, sería mejor, capaz con un poquito de fe, si tan solo hubiese más fe.
"Y si mi Dios está conmigo ¿A quién temeré entonces?"
A Dios, el alma, la fe y la gloria, todo tu ser, y tu corazón.
Toda mi alma, toda mi fe, toda la gloria y todo mi ser, todo mi corazón, porque allí está él, y yo con él.
