La música no solo se disfruta en soledad, al escuchar y conectarse con la letra y dejarse llevar por el ritmo. La música es algo que nos conecta con otras personas que sienten igual (ya sea la letra o el ritmo) que es lo mismo, una sola canción.
A veces por si solos no podemos describir lo que sentimos/pensamos sobre algo o alguien, pero una canción puede hacerlo. Dice por nosotros aquello que no podemos explicar porque nos mueve tanto que no sabemos cómo hacerlo, entonces sucede la magia, algo diferente, algo que hace detenerte y decirte a ti mismo "esa canción cuenta la historia de mi vida" o en su defecto una parte de ella, esa que tienes tan dentro de ti, que un momento de tu vida se detuvo a pensar y a escuchar esa canción, una y otra vez.
En otras ocasiones lo que sientes no es suficiente, ni el artista, ni la canción ni su sonido sino que hay situaciones que pueden convertir a una cancioón en una pieza importante de tu vida.
Existen personas que les encanta dedicar canciones para confesar sus sentimientos o demostrar lo que piensan, ya sea bueno o no para la persona a quien desean dedicarselo.
Hay otra conexión poderosa que nos permite la música, no solo sentirnos (MUY BIEN) en equilibrio mental y emocionalmente al escuchar una canción,también nos identificamos con una o más personas.
Si la conexión con una canción no es suficiente, ni tampoco conocer a otras personas, o la experiencia en un concierto, imagina estar en un lugar cantando esa canción y ver a otra persona cantando esa letra, o mejor aun una excusa para acercarte a ti.
En ese momento esa canción no es tuya, ni del artista, ese momento ahce esa canción de dos personas "nuestra canción".
La música no solo se disfruta en un momentoo para crear una historia o sentirse bien, es un idioma que rompe las barreras del idioma, del miedo y hace movernos, ya sea a su ritmo, o desplazarnos hacia el lugar donde queremos estar.