Creo que ya he perdido la cuenta de cuantas veces me ha tocado escuchar esa frase, o incluso cuantas veces yo misma la repetí cuando empecé a incursionar en este mundillo de la música, lo sorprendente es que posee la particularidad de que cuando se vocifera se hace con mucho orgullo, como si el hecho de renegar todo un conjunto de géneros, aun cuando son de tu agrado, solo por el idioma en el que están sea algo digno de presumir.
Pero sinceramente nunca le había dado mucha importancia al tema, en parte porque como ya he dicho yo también pensé de ese modo por algún tiempo, y bueno porque cada quién tiene sus propios gustos. Pero hace poco me ocurrió algo peculiar, por no decir molesto, que me hizo reflexionar un poco sobre el tema.
Unas semanas atrás decidí asistir con unos amigos a un pequeño festival que, debido en parte al tamaño del festival y por la situación de mi país, los artistas que asistieron fueron todos nacionales, algunos no muy conocidos (parte de la temática del festival), otros ya bastante influyentes en la movida nacional, en fin el hecho es que si no hubiera sido porque el evento resultó ser bastante bueno y que a nivel personal me fue de maravilla, tal vez hubiera salido con un mal sabor de boca, y todo debido a las personas con las que asistí, esto porque durante todo el rato no paré de escuchar frases como “no me gustan ellos”, “es que sencillamente la música en español no es mi agrado”, “¿no crees que sonaría mejor en inglés?”, eso sin contar por supuesto el hecho de que sus caras eran tan serias que no deberían estar permitidas en ningún concierto de rock.
A partir de ese día, o más bien al día siguiente luego de superar el hype que un buen concierto deja, no pude evitar detenerme a analizar un poco tal posición, pues me parece bastante insólito el despreciar buena música solo por estar en un determinado idioma, y más aún cuando es tu idioma natal, que se supondría debería permitirte conectarte un poco más con lo que escuchas.
En un primer momento lo que se me pasó por la cabeza fue que tal vez tenían razón, simplemente las canciones no son buenas, pero después de superar ese pequeño lapsus mental en el que me di cuenta de que no puede ser así, pues no soy solo yo la que dice que las bandas que se presentaron, y otra buena cantidad de artistas de habla hispana, son de un nivel muy alto. Después tomé en consideración uno de los argumentos que más me han dado, y es el hecho de que “la música en español siempre está atrasada”, y podría ser cierto, a veces nos sentimos un paso más atrás en muchos aspectos y el arte no es la excepción, pero tampoco se puede negar el que existen muchos artistas y bandas que han traído propuestas bastante innovadoras al medio.
Teniendo la duda rondando un buen rato en mi cabeza decidí discutirlo con mi hermano, la conclusión a la que él llegó fue la de que era un complejo, ya que la mayoría de estas personas tienden a querer que la música de habla hispana sea como la de la lengua ánglica, aun cuando esto no se pueda, debido a que la nuestra es creada por personas distintas que viven y se desarrollan en contextos muy distintos. Fue eso lo que me llevó a enlazar un poco el tema con mi carrera, pues al final solo pude entender este rechazo y ese supuesto complejo del que mi hermano habló, como parte de una negación a nuestra identidad.
Me explico, al adoptar tal posición solemos excluir a todo un conjunto de artistas y géneros bajo un argumento que esconde de fondo algo como “es que son latinos”, “¿qué tan buenos pueden ser si son venezolanos?”, como si el ser de x país y hablar x idioma los volviera automáticamente mediocres, o inferiores al resto, lo veo incluso más claro cuando hablamos de esas fusiones de géneros importados, por así decirlo, con algo más autóctono, la mayoría de estas personas tienden simplemente a rechazarlo sin siquiera darle una oportunidad, para mí todo esto viene siendo parte de esa creencia de que nuestro país, e incluso todo el continente, se encuentra en un estrato más bajo que el resto del mundo, llevándonos muchas veces a renegar de lo que somos, cerrándonos a lo nuestro, y llevándonos a rechazar incluso las cosas buenas que pueden surgir aquí.
Con esto no estoy queriendo decir que tengamos que aceptar todo lo que salga de nuestros países, pues yo también soy una de las más críticas a esa postura, sino que si bien es cierto que todos tenemos derecho a escuchar, ver, leer y sentir las cosas como nos dé la gana, en el género e idioma que más nos guste, es solo que deberíamos mantenernos un poco más abiertos a las opciones que nos rodean, y poder tener esa capacidad de admitir cuando algo es bueno, pues nadie me puede negar que independientemente del idioma en que toquen los Arctic Monkeys son muy buenos, de la misma forma en que lo pueden ser los Tomates Fritos, por supuesto salvando las distancias.
En fin, para mí la idea es entender también que si no apoyamos nunca lo nuestro jamás va a poder evolucionar y ser tan excelente como queremos, teniendo siempre en cuenta que ese apoyo debe ser objetivo, es decir, diciendo tanto lo malo como lo bueno de cada cosa, de modo de mantener siempre una crítica constructiva que nos impulse a hacer las cosas siempre mejor.
Por último solo les dejo una de mis canciones favoritas del útilmo album de la banda que mencioné allá arriba, por si aun no conocen a los Tomates Fritos.
