Es probable que cuando tenías 5 años te gustaba toda la música que colocaran tus padres y familiares. También es posible que bailaras cualquier sonido que escuchabas en el lugar a donde ibas.
Cuando se es niño la imaginación no tine limites, cada sonido es magico, es único, diferente, descubrilo es una gran aventura y no tenemos miedo de decir que nos gusta o bailar, no importa si eras un niño timido, la música siempre estuvo allí como una forma de aprendizaje y comunicarse, aprender el idioma o crear empatía con las personas que nos rodeaban.
Y al crecer, sigue siendo de la misma forma, pero nos volvemos más selectivos, la música se vuelve parte de nuestra identidad, y es como un escudo, una capacidad de conectarse con otras personas, ya tiene un sentido de sentimientos y pensamientos más fuertes, la música en la infancia es más de tipo experimental y conocimiento.
Cuando crecemos o por cada etapa de nuestra vida, nos cerramos a un solo género y olvidamos que la música, las emocions felices, tristes, el mundo que nos rodea, la naturaleza, todo tiene su propio sonido, su propio ritmo, cada género musical recoge ese sabor a vida, y te la presenta con sonido y letra para que grites y se lo cantes a quien quieras, a todo pulmón, y bailes hasta no más poder.
Una de los iconos Pop global fue, y aun después de su desaparición fisica sigue siendo Michael Jackson, así es el poder de la música, inmortaliza al artista, se él y su música se vuelven leyenda.
Una de sus canciones iconos y más populares es Triller , no solo la canción, sino la capacidad de innovar a través del video, los pasos de baile.
Que no nos de miedo escuchar otra canción, otro género, volver a esuchar temas que te pusieron a bailar y literalmente a mover el esqueleto.
Descubrir un nuevo sonido o una nueva banda, es como volver a hacer niño y asombrarse por conocer el mundo a través de la música.