Zócalo vivió inolvidable noche junto Alejandro Fernández.

El cantante mexicano Alejandro Fernández puso a cantar la noche de este sábado a unas 60.000 personas en el concierto gratuito que ofreció en el Zócalo de la Ciudad de México.  Con la presentación de este sábado, el "Potrillo" cerró su gira Confidencias World Tour que previamente registró una serie de presentaciones en el Auditorio Nacional y que tuvo una duración de tres años, "La gira inició hace tres años y es aquí en el Zócalo donde cierro estos años de trabajo, gracias por haberme acompañado en este tiempo", expresó Fernández a los asistentes en su mayoría sus "fans". Fue una noche entonada para Fernández y su público que prácticamente hizo coro en todas las canciones, la más sentida y emotiva: "Como quien pierde una estrella", un clásico del cantante de Guadalajara. El repertorio del cantante de 45 años transitó por el pop, las baladas y cerró con una selección de temas rancheros. En una de sus intervenciones, Fernández alentó a los mexicanos que trabajan en el extranjero, en referencia a los migrantes e indocumentados mexicanos que laboran en Estados Unidos, quienes está semana se llevaron un revés con la elección de Donald Trump como próximo presidente de aquel país. 

"A todos los mexicanos que se encuentran aquí y los que están trabajando en otro país, les digo, no están solos, hoy todos somos uno ÑViva México cabrones! (...) nunca olvidaré poner en alto el nombre de México", expresó Fernández casi a mitad de la presentación. El concierto vivió momento especiales cuando Fernández recordó a los cantautores fallecidos Joan Sebastian y Juan Gabriel, de quien integró un popurrí. "Hace unos meses se nos fue un ídolo de México, un excelente maestro (...) recordemos con mucho cariño a Juan Gabriel con estas hermosas canciones", expresó. Pero el homenaje más destacado fue para Vicente Fernández, su padre, quien este año se retiró de los escenarios y de quien también integró un popurrí con sus canciones más representativas. En los último 40 días, el Zócalo capitalino ha recobrado su fama de ser un buen lugar para conciertos masivos luego de que el músico británico Roger Waters se presentó el 1 de octubre en un concierto que según las autoridades  convocó a unas 200.000 personas.