Uno de los premios más famosos del mundo y de la historia del cine, siempre ha tenido cabida para la Mejor Banda Sonora para Película, una categoría que tiene el mismo grado de importancia que el Mejor Actor, Mejor Director e incluso Mejor Película.
La imagen es un elemento que es inherente al sonido y que en la actualidad no se conciben uno sin el otro.
Gran parte del peso de una película radica en la música, porque le da casi todo el significado a los diálogos y escena.
Por el tipo de sonido puede cambiar por completo la intencionalidad de un diálogo, o acción del actor. Por muy bueno que sea el desempeño del artista, el sonido guiará el curso de la historia.
Así es en la vida real, cuando estamos felices el sonido abarca ese sentimiento, igual sucede cuando no nos sentimos bien.
El sonido también nos refleja como inviduos o sociedad. Dice lo que pensamos o soñamos, es la voz de nuestro subconsicente.
Todo el tiempo estamos rodeados de sonidos, y aunque no les prestamos mucha atención, siempre están allí. Por ejemplo el sonido de tu respiración o los latidos de tu corazón, a veces no los escuchas hasta que está en total calma o en silencio.
Cuando apreciamos realmente el significado de los sonidos, buscamos esa melodía para escucharlo nuevamente. Esto sucede de manera inconsciente. Pasa el tiempo y regresamos a esa canción, y solo entonces, nos damos cuenta sobre cómo nos sentimos acerca de una situación.
Así, nuestra vida sigue su curso acompañado de distintos sonidos, que van y vienen, pero hay bandas sonoras que lograron reflejarnos mejor qué otras. A veces con una fuerza más grande que la primera vez que la escuchamos. Cuando eso pasa, ya se acerca el final de la trama, lo queda por hacer es decir las palabras de costumbre.
"And the winner is..."
