Llegó febrero y llegó con todo el color rosa y rojo, propio de esta temporada, dedicada a celebrar el amor. El amor de madre, el amor propio, el amor de afininidad, amor de consanginidad, amor Eros. En fin, amor en sí.
Y si algo es cierto, el amor y el desamor es la inspiración más acertada de un artísta porque en algún momento de la vida alguien sintió o creyó sentir amor. Es un tema de interés para la humanidad tan cambiante, y a lo largo de los años hay un público muy fiel a esa corriente musical, las más conocidas es el género de la Balada, un género que no solamente lo alaba sino que también lo cuestiona y critica.
Por otro lado, la percepción sobre el amor cambia dependiendo de cada etapa, experiencia o edad de la persona, en otros casos, pasa al revés y más común, dicen que el amor cambia a la persona.
Mientras tanto, la música, el arte en sí, hace su magia y digna aparición, se encarga de ayudarnos a sobrellevar la situación, en tal medida recoge esas inquitudes y nos las muestra, sin que nosotros se lo pidamos, es algo inconsciente, la mayoría de las veces.
El Reggaeton, ha sido un género con más de una década de presencia en el mundo musical latino, ha llegado a tierras americanas con dúos y versiones de canciones. Ya se rompió la barrera geográfica que gracias a la cultura glopbalizada es un género con presencia a nivel mundial, y en algunos lugares, con mayor penetración que otros.
Durante mi pre adolescencia recuerdo los primeros grupos destacados que hicieron captar la atención hacia el género, ese "ritmo", las letras, sobre todo de agrupaciones como La Factoria cuya voz príncipal era una mujer cantando temas de amor acompañada de un sonido tropical bailable, pegajoso, pop/popular.
De inmediato, la industria del género musical fue cambiando, eran canciones de cortejo/conquista que cada vez se volvieron más explícitas y estaban enfocadas en el enamoramiento de una noche, el amor de unas horas y así fue hasta la actualidad. El resto es historia, se quedó esa tendencia y se sigue mantenido.
Todo se centró en la sonido que acompaña el cortejo de una noche de copas y una noche loca, sin tacto o respeto, o como dice la canción directo al grano.
Aunque hay agrupaciones que se salen del estereótipo que ha popularizado al Reggaeton, y siguen con letras románticas, ese tema del amor que permitió abrirle paso al Reggaeton-cuando aparentemente todos los géneros ya se habían creado- simplemente se volvió más explícito y es la parte de la novela que no quieres ver, solo escuchar en un rumba con una compañia digna de bailar.
Al fin de cuentas, ahora recuerdo un dicho que decía La vida es un baile. ¡Bailemos! Que en Reggaeton es ¡Perrear! Así que aprenderé a bailar, pero Tango, para estar más cerca de esa persona.