Singularidad en su máxima expresión
Suecia es probablemente uno de los países más dotados en el mundo cuando se trata de música. No importa qué género se habla de la conclusión es la misma: tienen algunos artistas brillantes. Fever Ray hay exclusión a esta regla.
Después de que ella consiguió una gran popularidad con el cuchillo, Karin Dreijer Andersson tomó un descanso durante el cual se decidió grabar un álbum en solitario bajo el nombre de Fever Ray. Y así es como nació uno de los mejores álbumes de lúpulo ambiente / viaje de mi vida. No hay una sola canción que se destaca entre los demás, porque todas las canciones forman una sola ofrenda fuerte que es mejor que la suma de sus partes. La música puede ser caracterizado básicamente como un synth pop ambiente, pero eso es como decir que el Pagani Zonda es un coche deportivo. Desde la apertura Si tuviera un corazón se dará cuenta el estilo minimalista en general que domina a través de todo el disco. Sintetizadores, beats, y muestras, además, con la voz de Karin, hacen algo que es a la vez primitivo y posmoderna, mínimo y complejo, la luz y la oscuridad, el frío y caliente. En el mundo moderno de sobreproducción, esto es una joya muy rara. Las canciones tienen esa sensación de claustrofobia, el frío que puede ser caracterizado como estar en un iglú durante la noche polar, a la espera de que salga el sol, pero al mismo tiempo deseando que la noche anterior sólo un poco más de tiempo. Si tiene problemas con imaginar esa escena sólo escucha a mantener las calles vacías para mí durante un paseo nocturno a través de alguna parte de la ciudad desierta de gente. También hay un constante cambio de ritmo y el canto estructura en cada pista, por lo que al escuchar este disco por primera vez, usted se sorprenderá por el hecho de que cada canción tiene su identidad única. Es sorprendente, sobre todo porque muchos discos modernos son sólo un montón de materiales de relleno con un par de pistas potenciales que se destacan por la calidad. Desde el frío y la oscuridad Si yo tuviera un corazón, a través de la fantástica capas de coco este álbum lleva al oyente a un viaje que querrá repetir una y otra vez. Y qué decir de cuando crezca una melodía que suena como si viniera de algún genio demente, sus letras tan simple pero a la vez tan desconcertante. O siete, una pista ambidiestro que le hacen sentirse confundido acerca de sus propias emociones mientras se escucha a ella. Las letras son abstractos, surrealistas, encajan perfecto con la música, haciendo de este álbum una verdadera forma de arte, algo que, como cada obra maestra parece simple en el exterior pero en su núcleo que esconde muchas capas que no se han manchado o de fácil comprensión en el primera vista.
Hay diez temas del disco y la longitud de la misma es un poco menos de cincuenta minutos, pero se siente mucho más corto debido a que el tiempo sólo pasa más rápido cuando lo escuchas. Lo único malo de este registro es el hecho de que Karen nunca grabó otro álbum como Fever Ray, que puede ser un fastidio si como éste porque no se puede dejar de imaginar lo que podría hacer a continuación cada vez que mientras se escucha esta obra maestra .
Como he dicho antes no hay pistas que se destacan porque cada canción es excelente, pero mantener las calles vacías para mí es realmente algo irrepetible en el mundo de la música.