La perspectiva de Lyrix sobre "El humo de tu propio deseo"
Hay un mensaje que nunca olvidaré: una mujer me contactó para contarme "Half of Me". Me contó que acababa de perder a su esposo y que la canción la ayudó a superar los primeros días de duelo. Siendo sincera, ese mensaje me impactó profundamente.
Me recordó que las canciones perduran más allá del momento en que las escribes. Encuentran a la gente justo cuando más la necesitan, y esa es una conexión que nunca daré por sentada.
No creo que decidamos realmente ser artistas; creo que es algo que ya llevamos dentro incluso antes de darnos cuenta. En mi caso, empezó de joven. Escuchaba una canción y enseguida empezaba a cambiar la letra en mi cabeza, pensando en cómo decirla de otra manera. Me sentaba en clase y garabateaba líneas o frases que surgían de la nada. Sigo haciéndolo hoy.
Es como si la música siempre hubiera estado ahí, simplemente finalmente dejé de ignorarla.
Solo quiero ayudar a la gente a superar cualquier situación por la que esté pasando. La música tiene un poder sanador: ya sea que estés triste, enojado, herido o incluso feliz, encuentra la manera de encontrarte donde estés. Puede calmarte, animarte o recordarte que no estás solo.
Para mí, la música no es solo sonido: son recuerdos, emociones y momentos que perduran en nosotros. Si algo que escribo puede ayudar a alguien a superar un día difícil o traer de vuelta un recuerdo que vale la pena conservar, entonces es razón suficiente para seguir adelante.
Para mí, el éxito no se trata de números ni gráficos. Se trata de conectar. Hace un par de semanas, una mujer me envió un mensaje después de escuchar "Half of Me". Me contó que acababa de perder a su esposo y que la canción la ayudó a superar esos primeros días difíciles. Momentos como ese me paralizan. De eso se trata: de escribir algo lo suficientemente honesto como para que alguien se sienta comprendido, incluso si no nos conocemos.
Si alguien encuentra consuelo o fortaleza en algo que he escrito, eso significa más para mí que cualquier cantidad de reproducciones. Ese es el tipo de éxito que perdura.
Honesto. Relacionable. Real.
"Half of Me" probablemente siempre será mi canción más profunda. Trata sobre despertar y darte cuenta de que el amor que creías eterno se ha ido, y no importa quién lo terminó ni por qué, sigue doliendo muchísimo. Seguir adelante no es fácil. Esa canción surgió de un intento de sanar, letra a letra.
Mi música es country en esencia: historias honestas, verdades sencillas y mucha emoción. Trata sobre personas reales y sentimientos reales, esos de los que no puedes esconderte. Si alguna vez has amado profundamente, has perdido mucho o has intentado rehacerte tras un desmoronamiento, encontrarás algo de ti mismo en ella.
La mayoría de mis canciones se sitúan en ese espacio entre aferrarse y soltar. Escribo sobre el amor que te cambia, el desamor que te enseña y la fuerza que aparece cuando menos te lo esperas. No siempre es bonito, pero siempre es sincero.
Esta canción habla de poner un límite. Es el momento en que descubres a alguien engañándote, te das cuenta de que mereces algo mejor y te marchas sin mirar atrás.
He vivido muchas decepciones y despedidas que nunca sentí que terminaran. "Smoke of Your Own Desire" surgió de uno de esos momentos: cuando finalmente ves a alguien tal como es y te das cuenta de que no puedes seguir ardiendo en su fuego esperando que cambie.