La perspectiva de Goatsilk sobre "Maremotos"

Quiero que la gente sienta emociones crudas, esas que te golpean el pecho y se niegan a soltarse. Ya sea ira, angustia, desafío o un destello de esperanza, Goatsilk trata sobre conectar con experiencias humanas reales. Quiero que los oyentes se sientan comprendidos, que sientan el poder de enfrentar el dolor de frente y que se lleven algo que perdure en su memoria mucho después de que termine la canción.

Goatsilk es pesado, melódico y oscuro: una mezcla de riffs contundentes, melodías cautivadoras y voces que oscilan entre la agresión cruda y la emoción vulnerable. Es el tipo de música que te golpea el pecho y el estómago al mismo tiempo, contando historias de dolor, desafío y redención. Imagínatelo como una fusión entre el metal y el rock alternativo, donde la atmósfera y el sentimiento son tan importantes como la fuerza.

Absolutamente. Compongo música para compartir la historia de mi vida, la de mi hija y las dificultades que hemos enfrentado. Es mi manera de convertir la lucha en algo real y poderoso, para que el mundo pueda sentir nuestra historia, conectar con ella y comprender las emociones que la sustentan. Cada canción es una parte de nuestra verdad, diseñada para conectar con cualquiera que haya enfrentado sus propias batallas.

Si tuviera que describir a 36 Crazy Fists, diría que son pesados, crudos y emotivos: una mezcla perfecta de riffs agresivos de metalcore y voces melódicas y sentidas. Su música pega fuerte, pero también transmite un sentimiento auténtico, contando historias de lucha, ira y resiliencia. Es el tipo de sonido que te golpea en el pecho y te deja pensando en la letra mucho después de que termina la canción.

Elegiría a Ghost. Su capacidad para combinar metal pesado y teatral con melodías pegadizas y memorables es algo que respeto profundamente, y encaja con el tipo de música que crea Goatsilk: oscura, intensa y dramática, pero a la vez accesible. Girar con ellos sería una oportunidad para llegar a nuevos oídos y aprender de artistas que rompen moldes tanto musical como visualmente.

Goatsilk se adentra en los rincones más oscuros de la experiencia humana: el desamor, la pérdida, la traición y la lucha por recuperarse cuando todo parece roto. Pero no se trata solo de desesperación. Hay desafío, redención y una emoción cruda entretejida en cada canción. Trata sobre afrontar el dolor de frente y convertirlo en algo poderoso que resuena con cualquiera que haya sentido el peso del mundo.

Absolutamente. Los últimos años me han impulsado a profundizar más, tanto emocional como musicalmente. El núcleo pesado, oscuro y melódico de Goatsilk sigue ahí, pero nos hemos vuelto más agudos, más deliberados y con más matices. He aprendido a combinar la agresividad cruda con una melodía cautivadora de una manera que se siente más personal y poderosa que nunca. Cada canción ahora tiene más peso, más emoción y una visión más clara de quiénes somos.

Me di cuenta de que tenía que hacer esto la primera vez que tomé un micrófono y sentí que la multitud, incluso unos pocos amigos, se perdían en el sonido conmigo. No se trataba de fama ni atención; se trataba de la conexión pura. Desde ese momento, supe que ya no podía simplemente escuchar música; tenía que crearla, vivirla y hacer que otros la sintieran como yo.

Mi pasado se refleja en esta canción. He vivido el desamor, el caos y esa clase de pérdida que te obliga a reconstruir desde las cenizas. Goatsilk es donde todo eso se va: el dolor, la lucha, la esperanza que aún intenta abrirse camino. Esta canción surgió de experiencias reales, de intentar seguir siendo humano cuando todo a tu alrededor parece desmoronarse. No es ficción, es mi vida convertida en un mundo de poder.

Este lanzamiento se sitúa a medio camino entre el metal moderno y el rock alternativo oscuro: guitarras potentes, voces emotivas y capas atmosféricas que se basan más en el sentimiento que en la ostentación. Es agresivo pero melódico, creado para fans que disfrutan de la fuerza del metal con la emoción del rock. Imagina una energía que puedas sentir en el pecho, no solo escuchar por los altavoces.