La perspectiva de Cybadiss sobre "Molly"

Empezó con un reto. Un amigo me animó a responder a algo, así que hice una canción para criticar. La publiqué en internet y toda la escuela la escuchó. La gente hablaba, se conectaba... ese fue el momento en que supe que tenía algo. Fue duro, crudo, pero real. Me sentí vivo en ese momento. Desde entonces, la música se ha convertido en mi desahogo. Cuando siento algo, voy directo al micrófono. Improviso casi todo; solo escribo cuando estoy en plena forma. Puede que esa primera canción ya no esté, pero encendió mi pasión.

Tenía unos 4 o 5 años, tumbado en la litera de arriba escuchando la radio. Esas canciones de principios de los 2000 se quedaron grabadas en mí. No solo oía la letra, la sentía. Esa época me enseñó muchísimos estilos y emociones. Recuerdo que pensé: «Quiero ser como ellos. Quiero que la gente conozca mi historia, mi nombre, mi música». Fue entonces cuando el sueño se hizo realidad.

Tomemos como ejemplo mi tema "Molly": es más que una canción, es un diario. Es un viaje. Todo lo que vi crecer, incluso las cosas en las que no participé del todo, me moldearon. Hablo del amor verdadero, de la pérdida verdadera y de las batallas internas que lucho para aferrarme a lo que importa. No hablo de cosas que no entiendo; soy sincero. He perdido amigos, he crecido como hombre y ahora vivo en una casa llena de gente que quiero. Ese crecimiento y ese dolor están presentes en la música.

Me conocen como Cybadiss (CYB), mi verdadero nombre es Camryn. Crecí en Portland, Oregón, y la música siempre ha sido parte de mí. He cantado desde los 8 años, desde el coro hasta todas las clases de música a las que he podido acceder. Hago música, creo arte y construyo un espacio seguro donde mis pensamientos, emociones y creatividad puedan vivir.