Perspectiva de Rex Wes sobre "I'M A KINKSTER - Pluto's Leather Dub"

Realmente nunca me he visto como un intérprete tradicional o un artista llamativo en la escena musical. Siempre he sido alguien a quien le encanta crear, ya sea música u otras formas de arte. Entonces, en cierto sentido, siempre he estado nadando en un mar de creatividad. Pero, si tuviera que señalar cuándo decidí sumergirme específicamente en la música, sería cuando comencé a ver "RuPaul's Drag Race". Ver a los concursantes del programa y ver a muchos de ellos lanzar sus carreras musicales después (algunos con gran éxito, otros no tanto) despertó algo en mí. Un día, mientras escuchaba algunos de los temas que no daban en el blanco, me di cuenta: si ellos pueden hacerlo, ¿por qué yo no? Ese momento fue un punto de inflexión para mí. Me hizo pensar: "Puedo hacer esto". Y así, aquí estoy.

¿Mi primer recuerdo de escuchar música? Esa es una pregunta difícil porque la música siempre ha sido parte de mi vida. Desde asistir a una escuela católica y cantar himnos religiosos hasta cantar "El viejo MacDonald tenía una granja", la música siempre estuvo ahí. Pero si profundizo y pienso realmente en ello, mi primer recuerdo vívido no fue lo que todos esperarían. No fue "Control" de Janet Jackson sino "Let's Wait A while". Esa es la canción que realmente se queda conmigo, la primera que resonó profundamente y ha permanecido conmigo desde entonces.

Este lanzamiento aprovecha la energía vibrante de las discotecas y la música electrónica, géneros conocidos por sus ritmos contagiosos y su capacidad para unir a la gente en la pista de baile. Es música que vibra con vida, diseñada para mover el cuerpo y elevar el espíritu. Estos sonidos forman el telón de fondo para una celebración de la identidad y la libertad, lo que los hace perfectos también para el género del Orgullo LGBTQ+.
La fusión de discoteca y música electrónica con los temas del Orgullo LGBTQ+ crea un sonido dinámico e inclusivo. Es una exploración musical que abraza la diversidad, el amor y la autoexpresión. Esta combinación es intencional y tiene como objetivo crear una banda sonora para esos momentos de unidad y celebración dentro de la comunidad LGBTQ+ y más allá. Los ritmos y melodías están diseñados para inspirar alegría, unión y un sentido de pertenencia entre todos los que escuchan.
En esencia, este lanzamiento es más que una simple colección de temas: es una invitación a celebrar quién eres, amar libremente y bailar sin inhibiciones. Encarna el espíritu del Orgullo LGBTQ+, lo que lo convierte en una adición vibrante a la banda sonora de los eventos del Orgullo y a cualquier momento que requiera una celebración de la diversidad y la identidad. A través de esta música, espero contribuir a un mundo donde todos se sientan libres de expresar su verdadero yo, unidos por el lenguaje universal de la música.

Al reflexionar sobre mi viaje y cómo se entrelaza con la esencia de esta canción, me doy cuenta de que mi experiencia es un tapiz de lucha, aceptación y, en última instancia, empoderamiento. Ser un hombre negro abiertamente gay no siempre ha sido un viaje de libertad y autoexpresión. Durante años, navegué por espacios donde mi propia existencia era cuestionada o marginada, donde tuve que aprender la delicada danza de ser fiel a mí mismo y al mismo tiempo buscar aceptación en un mundo que a menudo no me entendía ni me daba la bienvenida.
Esta canción es un reflejo de ese viaje: de las sombras a la luz. Encapsula la comprensión de que mi identidad es multifacética. Sí, mi sexualidad es parte de mí, pero no me define por completo. Más bien, colorea mis experiencias, informa mi perspectiva y añade profundidad a mi comprensión del amor, la aceptación y la conexión humana.
Mi experiencia, con todos sus desafíos y triunfos, juega un papel crucial en esta canción. Es un testimonio de la idea de que aceptar nuestro yo auténtico no es sólo un acto de liberación personal sino también un rayo de esperanza para los demás. Esta canción trata sobre empoderar a las personas para que sean sexualmente positivas, para que se amen a sí mismas, a sus cuerpos y a quiénes son en esencia.
Cada letra, cada nota, está imbuida de las lecciones aprendidas en mi viaje. Es una celebración del amor propio, un llamado a aceptar nuestra singularidad y una invitación a los demás a hacer lo mismo. Al compartir mi historia, espero inspirar a otros a encontrar el coraje para ser quienes son, sin disculpas y con orgullo. A través de esta canción, no solo comparto mi historia; Animo a otros a que también vivan la suya de forma abierta y auténtica. Es un mensaje de amor, aceptación y la belleza de ser fiel a uno mismo, y es un mensaje que espero resuene en todos los que lo escuchen.

He tenido un viaje increíble, pasando de ser un entusiasta de la música y un trotamundos profundamente inmerso en las fiestas del circuito LGBTQ a convertirme en un artista conocido por mi voz distintiva, que la gente ha admirado durante mucho tiempo. Mi pasión por el baile y la música de club ha sido una parte importante de mi vida y me ha allanado el camino para aventurarme en el ámbito de la locución y la producción musical. Dar el salto empresarial para colaborar con productores y poner mi voz única en pistas de baile ha sido una parte inspiradora de mi viaje. Nombrar mi canción debut "I'm a Kinkster" añadió una capa intrigante a mi personalidad artística, sugiriendo una celebración de la individualidad y explorando temas de libertad y autoexpresión dentro de mi música. Mi historia es un testimonio de la idea de que seguir las pasiones propias y asumir riesgos puede conducir a oportunidades satisfactorias e inesperadas.