Hace 20 años se gestó una de los diamantes musicales más importante de la era del rock alternativo en español: Vagabundo (Sony Music, 1998) de Robi Draco Rosa. Oscuro, psicodélico, elegante, poderoso e influenciado por la poesía maldita de Arthur Rimbaud o Paul Verlaine.
Cargado de metáforas que daban cuenta de una vida de excesos, viajes espirituales en los que el ex Menudo forjó lo que a la posteridad sería su mayor contribución al legado del rock latino. Hard Rock, grunge, bolero y coqueteos con el cabaret, daban cuenta de Vagabundo. Exorcizar demonios, deslastrarse de las heridas, eran parte de esta placa. El boom del Alterlatino estaba a flor de piel gracias a MTV Latino pero Draco Rosa le sacó provecho al sonido de los 70s que habita en su influencia.
Dos décadas pasaron y su sonido sigue igual de poderoso. Riffs que venían de haberse pulido desde su época con Maggie's Dream, banda sumergida en el funk rock que llamó la atención a la par de Fishbone o Faith No More en circuitos musicales. Giraron con Alice In Chains y todo ese transitar por el borde del abismo de los excesos curtía sus composiciones.
Apoyado en la producción de Phil Manzanera, ex guitarrista de Roxy Music, temas como "Vagabundo", "Penélope", "Brujería" dibujaban el imaginario artístico de Draco Rosa. Multi-intrumentista, compositor, cantante, productor, actor, bailarín y empresario. El álbum fue editado el 18 de Junio bajo el sello discográfico de Sony Music y su video "Madre tierra" fue dirigido por su esposa Angela Alvarado quien ganó un Latin Music Awards.
El segundo álbum de Draco distaba de Frío (Sony Music, 1994), su experimento inicial como solista. Así es que un tema como "Delirios", donde el hipnotismo sonoro y la ansiedad emocional de su composición desplegaba un misticismo sonoro, soportado en sus guitarras sobrias y desafiantes, entonces "Vertigo" arropaba un enigma armómico, un aire Led Zeppelin en sus riff.
"Blanca mujer" fue otro de esos himnos que con su tono de sufrimiento y remordimientos, sus arreglos, estructuras y una melodía tranquila, a ratos perturbante, encajaba en la fisionomía del álbum. Rosa en algún momento confesó que durante las grabaciones jugó, distorsionó y alteró su voz por una mera desconfianza. De hecho la equilibrada y hermosa pieza "Amantes hasta el fin", habla perfectamente de su capacidad interpretativa y de lo que luego conocimos como su natural y camaleónica visión musical. Esto le ha llevado a seguir lo que el corazón y olfato le dictan alrededor de su carrera.
Vagabundo es sin duda un trabajo clave en la carrera de Draco Rosa, uno de los mejores discos del rock en español de la historia. Es un álbum para deambular por la incertidumbre, la nostalgia, captar un especial sentimiento humano de pérdida y al final de su trayecto entender tu propio destino. Salir victorioso de una momentánea penumbra producto del vivir el instinto humano.